el toro tiene claro su futuro

Carlos Zambrano no tiene sueños de grandeza. No piensa en el Salón de la Fama como un destino ahnelado, no cree que sea lo suyo. Tras 1600 ininnings lanzados en las mayores, millones de dólares y diez temporadas en las mayores, el criollo le agradece al juego la oportunidad que le ofreció para cambiar su vida, pero no por ello tiene pensado quedarse durante 20 años en la lomita pagándole el favor. Para él el beisbol es un trabajo, no es la vida.

“Pensar en el Hall de la fama es para alguien que se ve jugando desde los 20 años hasta los 40 y yo no me veo jugando hasta los 40. Me veo dedicado a mi familia, me veo dedicado al mundo, hay tantas cosas ocurriendo allá afuera. Mira lo que pasó en Japón, mira lo que pasa en Guatemala.

Una de las cosas que hacemos en la Fundación que creé es ayudar a la gente pobre de ese país”, dijo con el tono de un activista en potencia.

Cuando Zambrano culminó la campaña de 2008 acumulaba 95 victorias y más de 1300 innings lanzados con tan sólo 27 años. Esas cifras han sido alcanzadas a esa edad por sólo 34 lanzadores en los últimos 50 años, ninguno de ellos venezolano. Pero esos numeritos, esas comparaciones resultan anecdóticos para el criollo hoy en día. No lo motivan a seguir los pasos de Roger Clemens, Juan Marichal, Catfish Hunter y Greg Maddux quienes luego de vivir un arranque similar o superior, perduraron en la lomita y construyeron carreras de leyenda. Él no. Él tiene otras prioridades para su vida de treintón que empezará el próximo 1 de junio.

Esa actitud mental sin embargo, no desea que la confundan con desgano. La espinita del Cy Young sigue presente y la de la Serie Mundial pues todavía más encajada. Después de todo, el final de campaña que tuvo el año pasado lo convenció de que todavía quedaba “Toro” para rato

“Esos son sueños de todos los peloteros que yo comparto. Cuando a uno no lo toman en cuenta pues uno a veces se mete por los palos”, decía refiríendose a él como candidato al premio que Roy Halladay ganó el año pasado y su equipo como contendor a la corona que hoy poseen los Gigantes de San Francisco.

Zambrano tuvo los peores tres meses de su vida profesional previos a los mejores dos de la misma el año pasado. Desde el 5 de abril hasta el 25 de junio el derecho mostró efectividad de 5.66 en 55.2 innings en los que abanicó a 52 rivales y boleó a 25 mientras que desde el nueve de agosto hasta el dos octubre el derecho no conoció la derrota en once salidas permitiendo 1.41 carreras por juego, la cifra más baja entre abridores de la Liga Nacional después del Juego de las Estrellas.

“Había perdido un poco la confianza antes de que eso pasara. Gracias a Dios la recuperé. Dios sabe lo que hace”, dijo.Esa confianza le es suficiente para aceptar verdades irrefutables. Su recta por ejemplo, ya no es la misma y él lo reconoce. De acuerdo a la página FanGraphs el venezolano ha perdido 1.2 millas desde 2008 y 2.9 desde 2004. El fenómeno no le sorprende y con una sola frase empezó una oración polémica.

“Yo no soy de hierro. Toda esa cantidad de innings que he lanzado me pasa factura y eso es normal. Yo creo que esos pitchers que se mantienen así lanzando durísimo después de diez años lanzado es porque están usando otras cosas”, dijo dejando a la imaginación el resto.